Una persona para el fin del mundo

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Cayetana Cabezas


La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. La mía, claro, que la absoluta ni sé si existe ni me interesa. ¡Y además, ni que verdad, como madre, hubiese nada más que una!
Bastante tengo yo con afrontar cada nueva amenaza de fi n del mundo, sostener que cambié la prestigiosa arquitectura por la inestable farándula y además seguir los consejos de mis muertos. En estas páginas hablo con ellos; la idea de éxito que me dejaron en herencia tiene unos impuestos que no puedo pagar.
Bueno, y luego está lo del amor porque, hable de lo que hable, siempre termino hablando de amor; así que cuanto antes lo sepas, mejor.

Me llamó «débil» y se marchó.
«El espíritu de la escalera» se me aparece hoy mientras escribo.

Débil es quien niega su necesidad. Para pedir ayuda hay que ser muy fuerte, porque da mucha vergüenza. Y sostener la ver-güenza requiere de una fortaleza extrema. Así que no, yo no soy débil. Soy un roble. Un puto roble que ha sostenido la vergüenza de haber elegido a una persona así para el fi n del mundo y ahora está transformando el oprobio en literatura. Una creyente que, para seguir creyendo en sí misma, escribe. En lugar de vengarse, escribe.

Escribir es crear silencio sin callar a nadie. Escribir es honrar mis decisiones. Escribir es mi máquina del tiempo. Escribir es una suerte de resurrección.

Editorial: EDITORIAL MANKELL
Año de edición: 2023
Materia Poesía Española
ISBN: 978-84-126644-2-3
Páginas: 350
Encuadernación: Rústica
PVP 22.00€

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    Esta combinación no existe.


    Con precisión de orfebre enfurecido, cirujano de nubes u observador de esta cósmica zoología (que por momentos duda de qué lado de la jaula está mirando), Rodrigo Galarza talla estos poemas como si fueran duros pedacitos de quebracho, esa madera con vocación mineral que, cuando se deja talar para convertirse en algo más que un dedo  frutal faltando el respeto a un dios indiferente, asume la pretensión de eternidad con su propio corazón de piedra.

    Carlos Salem